domingo, 15 de abril de 2007

Sombrero, Abrigo, Guantes.

En una de las 2 únicas entrevistas a nuestro Poeta en España, fechada el 27 de enero de 1931, Vallejo conceptualiza lo siguiente[1]:
“La precisión me interesa hasta la obsesión. Si usted me preguntara cuál es mi mayor aspiración en estos momentos, no podría decirle más que esto: la eliminación de toda palabra de existencia accesoria, la expresión pura, que hoy mejor que nunca habría que buscarla en los sustantivos y en los verbos….!ya que no se puede renunciar a las palabras!...
A continuación un encantador poema del libro “Poemas Humanos”, escrito en Francia, que recuerda hermosamente algún espacio de la ciudad y donde nuestro poeta coloca y ordena deliciosamente las palabras para transmitir nostalgia, tristeza y espera.

“Sombrero, Abrigo, Guantes”.

Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café

de la Regencia; en él hay una pieza

recóndita, con una butaca y una mesa.

Cuando entro, el polvo inmóvil se ha puesto ya de pie.

Entre mis labios hechos de jebe, la pavesa

de un cigarrillo humea, y en el humo se ve

dos humos intensivos, el tórax del Café,

y en el tórax, un óxido profundo de tristeza.

Importa que el otoño se injerte en los otoños,

importa que el otoño se integre de retoños,

la nube, de semestres; de pómulos, la arruga.

Importa oler a loco postulando

¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga,

el cómo qué sencillo, qué fulminante el cuándo!


[1] Ref. Página 11 Vallejo al Café, Jaime Campodonico, colección de Sol Blanco

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