domingo, 15 de abril de 2007

Semblanza y Cronología

Desde[1] la poesía quechua, el Perú no había logrado una definida y propia expresión poética hasta la aparición de César Vallejo.
Más de un largo siglo se interpuso entre la muerte de Melgar en 1814 y su amorosa literatura, y el nacimiento de “Los Heraldos Negros” en 1918. Cuanto se escribió en ese extenso intermedio secular constituyó una prolongación o copia, tardías la mayoría de las veces, de la poesía extranjera especialmente, española, francesa y también de Rubén Darío.
Tuvo que surgir César Vallejo para que el Perú estuviera en condiciones de proclamar finalmente su independencia literaria.
La grandeza, cada día más apreciada de César Vallejo reside en que – al asentar sus raíces literarias en las más puras esencias peruanas – dio forma auténtica, propia, al robusto tronco de su lírica, de cuyas ramas brotaron las más originales, las más humanas y vitales flores poéticas del idioma español de nuestro tiempo.
El norte de casi toda su poesía lo constituyen el hombre, su dolor y su esperanza. A Vallejo hay que llegar con devoción, graduado de hombre, como decía nuestro poeta, siendo hombre por la palabra y por la acción. Este es el único requisito para alcanzar su altura; amén de cierta mínima sensibilidad, negada a los filisteos y a los traficantes del verso.
Se verá además, que al releer sus poemas, cada vez hallaremos una nueva veta de inspiración, una nueva ala para el vuelo, en las que antes no habíamos reparado, y que nos causarán un sentimiento único, situado entre la eternidad y la tristeza.
Vallejo, en vida, no pudo volver al Perú, mejor que así haya sido, pues tal vez los peruanos lo hubieran puesto nuevamente en prisión, y quizá también se hubieran secado con su sangre los mejores poemas que en Europa dejó.
En 1892[2] Nace César Vallejo, en fecha no determinada con precisión, aunque se acepta el 16 de marzo, en la calle Colón No 96 en Santiago de Chuco, Huamachuco, perteneciente a la sierra de La Libertad.
Cursa sus estudios primarios en su tierra natal.
Entre 1905 y 1908 Con muchas dificultades económicas y tropiezos cursa la secundaria entre un colegio en Huamachuco y su casa.
Durante 1909 y 1910 Al no poder estudiar medicina por falta de dinero, se matricula en la Facultad de Letras de La Universidad de La Libertad en Trujillo, problemas económicos lo obligan a postergar sus estudios y regresar a Santiago de Chuco.
En 1911 Viaja a Lima y se matricula en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, nuevamente por problemas económicos se retira de clases, retorna a Trujillo, empieza a publicar sus primeros poemas, recibiendo satíricas críticas de Clemente Palma, hijo de Ricardo Palma y con una lamentable y enorme influencia en el mundo literario.
Durante 1912 Trabaja en una hacienda Azucarera, vive de cerca la esclavitud y opresión de la raza andina y de los que menos tienen.
En 1915 Empieza a ganar renombre, publica algunos poemas en La Reforma. Y el 22 de septiembre presenta su excelentísima tesis “El romanticismo en la poesía Castellana” Conoce a Antenor Orrego, quien sería pieza importantísima en el futuro poético de César Vallejo.
En 1916 Conoce y se enamora de María Rosa Sandoval, joven inteligente y sensible. El romance dura dos años, su separación debida a una tuberculosis que termina matando a María, deja una onda y marcada huella en la vida del poeta.
En 1917 Amores tempestuosos con Mirtho terminan con una ruptura dolorosa.
En 1918 Entabla relación con Abraham Valdelomar, José María Eguren y Manuel Gonzáles Prada, este último a quién el poeta admiraba, muere este mismo año. Muere también su madre, todo esto deja a César desolado.
Publica el poemario Los Heraldos Negros en 1919. Muere Abraham Valdelomar y nuestro sensible Poeta se ve de nuevo muy afectado. En este tiempo escribe más de la mitad de los poemas de “Trilce”.
En 1920 Nuestro poeta es injustamente perseguido, procesado y encarcelado por 112 días en una infernal prisión, la causa: un motín político, en donde a él, sin tener ninguna prueba, se le acusa de ser el autor intelectual.
Vallejo es puesto en Libertad en febrero de 1921, vuelve a Lima y empieza a trabajar nuevamente en el colegio Guadalupe.
En 1922 publica el poemario “Trilce” de muy poca acogida, es así que el poeta le escribe a su amigo Antenor Orrego ”El libro ha caído en el mayor vacío. Soy responsable de él. Asumo toda la responsabilidad de su estética. Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo vaya a morir a fondo para que mi pobre ánima viva”.
En 1923, su mala situación económica al perder el empleo del colegio Guadalupe y agravada por el juicio de los sucesos en Santiago de Chuco que empieza a ponerse nuevamente en su contra, empujan a nuestro poeta a partir a Europa.
A los 31 años entonces viaja a París con la esperanza de ser mejor tratado y reconocido, pues la espalda del Perú ya lo ha vencido.
Se ha escrito poco del poeta[3] en la segunda parte de su vida, desde la llegada a Europa a mediados de 1923 pasa muchos meses de miseria, errante de hotel en hotel, sin tener donde vivir y desconcertado al no conocer el idioma.
Sufre permanentes hemorragias, hasta que finalmente es operado de hemorroides, Vallejo siente mucha soledad y desdicha en este tiempo.
En 1925 obtiene su carnet de periodista, y además consigue una ansiada beca en España, ya empieza a ser conocido en Francia, y para Lima envía artículos para la revista Mundial.
En 1926 César Vallejo sufre constantes insomnios e intermitentes fiebres, padece una grave blenorragia. Conoce a Henriette con quien convivirá 2 años.
El 07 de junio el tribunal de Trujillo ordena la captura de Vallejo, así el Perú le sigue “dando duro…” a la distancia.
Empieza nuevamente a publicar en Variedades de Lima, y a escribir en El Amauta de José Carlos Mariategui, con quien entabla una simpática amistad a la distancia. Conoce a Georgette.
Durante 1927 su amor descansa confundido entre dos mujeres Henriette y Georgette. En Lima nuestro Poeta es cada vez más conocido, se convierte en corresponsal de La Razón de Buenos Aires. Comienza a estudiar y a simpatizar con el marxismo.
En 1928 viaja a Moscú y le escribe a su amigo Pablo Abril: “No podré quedarme en Moscú, lo del idioma es terrible”.
Se hace miembro del Partido Socialista y vuelve con Georgette para no volver a separarse nunca más.
Durante 1929 empieza a escribir también en El Comercio de Lima, profundiza en sus estudios del marxismo y viaja por segunda vez a Moscú.
En 1930 muere en Lima José Carlos Mariategui.
Nuestro poeta lanza en España la segunda Edición de Trilce, pasea por distintas ciudades de España luego vuelve a Francia, y es expulsado por sus ideas socialistas.
En 1931 César Vallejo desde España publica ”El Tungsteno” y “Paco Yunque”. Además su brillante narrativa “Rusia en 1931: Reflexiones al pie del Kremlin” tiene extraordinario éxito y es el 2do libro más vendido, sin embargo la Editorial no le paga los derechos.
Visita Moscú por tercera vez.
En 1932 regresa a París clandestinamente, luego regulariza su situación bajo la condición de que se desvincule del socialismo y que se presente mensualmente a la prefectura.
En 1934 Sigue pasando hambre y miseria, contrae matrimonio con Georgette, y arriesga su situación al volver a participar en manifestaciones políticas.
Dicta clase de Lengua y literatura, estalla la Guerra Civil Española en 1936, y con ello se reaviva más su pensamiento marxista. Participa y vive la guerra como periodista.
En 1937 Tiene anhelos de volver al Perú, pero el temor a volver a esa terrible cárcel se lo impiden.
Retoca los poemas de “España, aparta de mí este cáliz”, Libro que tampoco se publica en vida.
El 29 de marzo de 1938 enfermo y con fiebre le escribe a Georgette: “Cualquiera que sea la causa que tenga que defender ante Dios, más allá de la muerte, tengo un defensor: Dios”
Cesar Vallejo a la edad de 46 años, fallece un 15 de abril en viernes santo en París, hoy sus restos descansan en el cementerio Montparnasse en el mismo París.

[1] Cf. Prólogo de Poemas Escogidos, año 1956, Gustavo Valcárcel
[2] Cf. Pág 121-130 Obras Esenciales César Vallejo, Ricardo Silva-Santisteban PUCP
[3] Cf. Pág 130-140 Obras Esenciales César Vallejo, Ricardo Silva-Santisteban PUCP

No hay comentarios: