Ya, en Lima[1] en 1918, el recuerdo de su relación amorosa con Mirtho alcanza una intensidad superior en el siguiente poema.
En la poesía de Vallejo la lluvia está abrazada con la tristeza y la melancolía, la limitación y el desaliento
En cuanto al sugerente título del poema “Heces”, se trata pues de los últimos sedimentos de los líquidos, con ello el poeta nos remite a lo más hondo y recóndito, acumulado en el fondo del alma como sedimentos de culpa que despiertan en el poeta deseos de muerte.
“Heces”
Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve.
Y yo recuerdolas cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"
Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.
Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.
Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.
Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y notengo ganas de vivir, corazón!
[1]Cf. Pág 191 Los Heraldos Negros, Nueva Edición Crítica de Ricardo González Vigil, INC.
domingo, 15 de abril de 2007
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